En la película Athena (Atenea), el espacio físico es un componente fundamental para su director Romain Gavras. La historia transcurre en un banlieue, una zona residencial periférica francesa, marginada en términos socioeconómicos y con una alta población migrante, sobre todo de origen africano. Se trata de un tipo de paisaje urbano que ha sido retratado en el cine de aquel país con trabajos como La haine (1995) de Mathieu Kassovitz, Bande de filles (Girlhood; 2014) de Céline Sciamma y Les misérables (2019) de Ladj Ly. Pero la obra no solo ocupa las características de ese lugar para desarrollar el contexto en que se desenvuelve el relato, sino que emplea aquella dimensión espacial en términos narrativos, a través de la particular forma en que cuenta los hechos.
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