El morbo y hasta fascinación que provocan los asesinos en serie sobre parte de la cultura popular estadounidense parecen tener una especial fuerza en el caso de Ted Bundy. A pesar de lo horribles que fueron sus crímenes -que tuvieron como víctimas a mujeres jóvenes-, este individuo llegó a ser descrito como carismático y atractivo por algunos medios, lo que explicaría el gran número de películas, libros y documentales que se han hecho sobre él. Existe un interés por descifrar a estos criminales, y Bundy es uno que genera gran interés entre los espectadores. No Man of God de Amber Sealey es otro largometraje más que gira en torno a su figura, pero el enfoque que pretende utilizar tiene algunas particularidades que tratan de diferenciarlo de obras anteriores.
Elijah Wood
Color Out of Space (2019)
La última vez que el director sudafricano Richard Stanley intentó adaptar una obra literaria, la experiencia fue desastrosa. Pese a que fue contratado por New Line Cinema para hacer The Island of Dr. Moreau (1996), basada en la novela homónima de H.G. Wells, una serie de problemas de logística, desacuerdos con los ejecutivos y roces con algunos actores, sellaron su salida del proyecto en la primera semana de rodaje, siendo reemplazado por John Frankenheimer. Las circunstancias de lo ocurrido convirtieron a la producción en un infame caso de proyecto fallido, tanto así que años después se estrenó un documental que narró los hechos, Lost Soul: The Doomed Journey of Richard Stanley’s Island of Dr. Moreau (2014). Debido a la desilusión sufrida y a las dificultades para encontrar nuevos financiamientos, el cineasta estuvo alejado de la dirección de largometrajes por más de dos décadas, tiempo en el que se dedicó a coescribir algunos guiones y hacer cortometrajes o documentales.
Daniel Isn’t Real (2019)
Parece que es simple coincidencia, pero no deja de resultar curioso que en esta película donde uno de sus temas son las condiciones heredadas, sus dos protagonistas sean interpretados por hijos de celebridades: Miles Robbins, hijo de Tim Robbins y Susan Sarandon, y Patrick Schwarzenegger, hijo de Arnold Schwarzenegger y Maria Shriver. Es valorable además que, pese al poder de sus apellidos, ambos actores decidan hacer proyectos que no solo tienen un presupuesto bajo, sino que narran historias ligadas al cine de género, una categoría muchas veces subestimada por los círculos más convencionales, debido a sus elementos estrafalarios y osados.
Come to Daddy (2019)
Desde que protagonizó la épica y exitosa trilogía de The Lord of the Rings, la carrera de Elijah Wood dio un intrigante giro hacia el mundo del cine indie de género, en el que se ha ido construyendo un sólido puesto, no solo como actor. Su labor como productor permitió la creación de, entre otras, las películas A Girl Walks Home Alone at Night (2014) de Ana Lily Amirpour y Mandy (2018) de Panos Cosmatos, dos obras que adquirieron una muy buena reputación dentro de los círculos especializados y que demuestran el particular gusto de Wood. Esta predilección por historias que se acercan a lo extravagante, a lo singular, explica su participación en la cinta Come to Daddy, donde es difícil pensar en algún otro actor más adecuado para interpretar al personaje principal.
Mandy (2018)
Las referencias y guiños que la película Mandy va haciendo a lo largo del metraje son variadas. Abarcan desde el acto de bautizar cosas y lugares con nombres conocidos hasta mostrar de forma directa otras películas o libros en pantalla, pasando por citas más sutiles, que apuntan más a capturar un estilo o atmósfera determinados que a mencionar de forma directa lo que se quiere homenajear. El conjunto de todos estos elementos nos entrega una idea de los intereses de su director Panos Cosmatos, que en este caso se acercan a la música metal y al cine de tipo grindhouse, lo que resulta coherente con la decisión de ambientar el relato en el año 1983.
Over the Garden Wall
La animación estadounidense está pasando por un buen momento artístico, sobre todo en la televisión. Series como Adventure Time, Regular Show, Gravity Falls y Steven Universe demuestran un anhelo por no conformarse con las fórmulas convencionales, sino que arriesgarse a experimentar y probar cosas nuevas. Esta mentalidad surgió durante los años 90, cuando los canales Cartoon Network y Nickelodeon comenzaron a crear sus propios programas de televisión, contratando a artistas jóvenes que no tenían miedo de innovar. Lo bueno de este tipo de proceso es que permite una constante evolución del medio, lo que está reflejado en la serie Over the Garden Wall, que se estrenó en noviembre del año pasado.
sin sentido 