Al conocer la premisa de Blindspotting, uno podría imaginar una película con un tono distinto al que la obra finalmente utiliza. La idea de un convicto que sale de la cárcel y debe estar un año en libertad condicional, esforzándose por no volver a caer en los mismos errores de antes y haciendo todo lo posible por recuperar su libertad, pudo ser contada a través de un estilo naturalista y sobrio, con gran dramatismo, pero en esta cinta se opta por un enfoque menos obvio. La película presenta un estilo enérgico, llamativamente expresivo, y con una importante cuota de humor. Ambientado en la ciudad de Oakland, California, el relato vibra con los colores y demás elementos que ocupa para transmitir el espíritu de sus lugares y habitantes.