Como todo medio de comunicación de masas, el cine es proclive a ser utilizado como una herramienta propagandística. Esto es aplicable también a géneros como el western, cuyas historias transcurren en un contexto inspirado en la vida real -generalmente el Viejo Oeste de la segunda mitad del siglo XIX-, por lo que sus películas fueron capaces de instalar ciertas ideas en el imaginario colectivo, como el espíritu heroico del hombre blanco versus el salvajismo de los indígenas. No es casualidad, por lo tanto, que el director chileno Felipe Gálvez decidiera ocupar este género para construir su largometraje debut Los colonos, en una manera de subvertir sus fórmulas y tradiciones para explorar el genocidio selknam que ocurrió en Tierra del Fuego.
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