Quién habría pensado que el estreno de la película Godzilla (2014) de Gareth Edwards iba a servir no solo como punto de partida para un universo cinematográfico similar a lo que estaba ocurriendo con las películas de superhéroes, sino también a uno tan fluctuante en términos de tono que su enfoque original ahora parece un mero recuerdo lejano. La cinta Godzilla x Kong: The New Empire (Godzilla x Kong: El nuevo imperio) de Adam Wingard, el quinto largometraje de esta franquicia, está en una dimensión completamente opuesta a lo que Edwards había hecho en su momento, donde ni siquiera la presencia de monstruos gigantes es una semejanza suficiente para concluir que forman parte de la misma visión.
Acción
Dune: Part Two (2024)
La influencia de la novela Dune de Frank Herbert abarca varias décadas y se ha extendido a múltiples obras, incluidas algunos tan famosas como la franquicia de Star Wars. Y si bien ciertos trabajos inspirados por ella han alcanzado una mayor popularidad que el material original, su universo posee tantas ideas y matices que el estreno de una nueva adaptación, tantos años después, todavía es capaz de entregar una visión distintiva, fresca, ante el actual panorama del cine de ciencia ficción. Con Dune: Part Two (Duna: Parte dos), el director canadiense Denis Villeneuve termina de llevar a la pantalla grande el primer libro de la saga, algo que había comenzado en 2021 con un ambicioso proyecto no solo en escala sino también por la forma en que lo hace.
Blue Beetle (2023)
El cine de superhéroes no está pasando por un buen momento. A pesar de los éxitos comerciales y de crítica de Spider-Man: Across the Spider-Verse (2023) y Guardians of the Galaxy Vol. 3 (2023), otros títulos de desempeño irregular como Black Widow (2021), Eternals (2021), Morbius (2022), Shazam! Fury of the Gods (2023), Ant-Man and the Wasp: Quantumania (2023) y The Flash (2023) han demostrado que la “fatiga” es un peligro cada vez más real para estos blockbusters. El interés por las historias de Marvel y DC parece estar en retirada, y lo que antes eran las obras dominantes de Hollywood ahora tienen un futuro incierto. Es en ese contexto que se estrena Blue Beetle de Ángel Manuel Soto, otro esfuerzo de Warner Bros. por aprovechar la popularidad de los superhéroes, aunque lo hace justo cuando todo indica que la ola ya está aminorando.
Mission: Impossible – Dead Reckoning Part One (2023)
“Este mensaje se autodestruirá en cinco segundos”. La frase, que fue creada para la serie de televisión de 1966 y luego utilizada en todos los largometrajes de la franquicia Mission: Impossible, es un reflejo de la inclinación que dicha saga tiene por lo análogo; un asunto que se debe no solo a su antigüedad, sino también a una especie de declaración de principios. En Mission: Impossible – Dead Reckoning Part One (Misión imposible – Sentencia mortal, parte uno), la séptima película de la serie, la amenaza a la que se enfrentan los personajes es una inteligencia artificial, cuya naturaleza digital compuesta por unos y ceros sirve -además de como contrapunto para el mundo que defienden- a modo de un útil comentario metaficticio.
The Flash (2023)
Para las franquicias cinematográficas live action de Marvel y DC, los multiversos no solo sirven como herramientas narrativas, sino que pueden ser utilizados también para solucionar cuestiones asociadas a la producción misma de sus películas. Ante disputas contractuales, topes de agenda, polémicas fuera de pantalla o el simple envejecimiento que trae aparejado el transcurso del tiempo, puede ser atractivo para los estudios contar con un mecanismo que les permita presentar nuevas versiones de sus personajes o, si es necesario, hacer un borrón y cuenta nueva de lo que tenían planeado. Algo que en el caso de Warner Bros. -liderados por James Gunn- resulta muy útil ahora que quieren entrar en una etapa diferente con las adaptaciones de sus cómics, siendo The Flash de Andy Muschietti la cinta capaz de catalizar esos cambios.
Guardians of the Galaxy Vol. 3 (2023)
La música, que es utilizada de manera predominantemente diegética, constituye un componente fundamental para las películas que James Gunn hizo sobre los Guardianes de la Galaxia para Marvel Studios. Así, cada una de las cintas comienza con unos créditos musicalizados que nos introducen al tono de la obra, lo que en el caso de las dos primeras significaba subrayar su atmósfera lúdica con los temas “Come and Get Your Love” de Redbone y “Mr. Blue Sky” de Electric Light Orchestra, ahora adquiere un aire distinto con la tercera entrega, Guardians of the Galaxy Vol. 3 (Guardianes de la Galaxia vol. 3). A diferencia de la energía que encontrábamos en los otros largometrajes, acá la elección consiste en “Creep” de Radiohead.
Dungeons & Dragons: Honor Among Thieves (2023)
Con el gran número de adaptaciones de cómics y videojuegos que se estrenan cada año, la cultura geek se convirtió en la regla general dentro del cine comercial estadounidense. Intereses que algunas décadas atrás pertenecían a grupos acotados ahora dominan el panorama de los blockbusters porque los estudios vieron lo rentables que eran. La nueva apuesta dentro de la industria, con miras a convertirse en una de las tantas franquicias que dominan las multisalas, es el juego de rol Calabozos y Dragones, que, obviando una desastrosa película del año 2000 y dos secuelas poco conocidas, dio origen a la cinta Dungeons & Dragons: Honor Among Thieves (Calabozos y Dragones: Honor entre ladrones) de Jonathan Goldstein y John Francis Daley.
Avatar: The Way of Water (2022)
Ha pasado mucho tiempo desde el estreno de Avatar (2009) de James Cameron, tanto que el mundo en el que aparece su segunda parte, Avatar: The Way of Water (Avatar: El camino del agua), no es el mismo. La tecnología de las películas en 3D, que parecía ser el siguiente paso evolutivo del medio, quedó en una moda pasajera que no genera el mismo entusiasmo que en aquel entonces; la figura de su protagonista, Sam Worthington, según algunos la siguiente gran estrella de Hollywood, desapareció después de unos proyectos poco exitosos; e incluso el impacto cultural de la cinta de Cameron estaba en entredicho, como si las enormes ganancias económicas de aquel largometraje (el más taquillero de la historia) solo se hubiesen quedado en números, sin alcanzar la trascendencia de las obras realmente inmortales.
Black Panther: Wakanda Forever (2022)
Aunque las historias narradas son ficticias, llenas de superpoderes y elementos estrafalarios, a veces la realidad se llega a infiltrar en el Universo Cinematográfico de Marvel. Lo podemos ver, por ejemplo, en el carisma magnético de Tony Stark, una especie de reflejo de la personalidad de Robert Downey Jr., el actor que lo interpreta, o el metaencuentro que se produjo en Spider-Man: No Way Home (2021), donde el Peter Parker de Tom Holland conoció a sus versiones de otros universos (o franquicias), incluyendo algunos comentarios autorreferenciales sobre dichas obras. Sin embargo, ahora el imperio de Disney debe lidiar con uno de sus desafíos más complejos, que trasciende los guiños superficiales y los chistes momentáneos, ya que el repentino fallecimiento de uno de sus principales rostros, Chadwick Boseman, planteaba la pregunta de cuál sería el próximo paso para Black Panther.
Black Adam (2022)
Hace años que Zack Snyder no forma parte del Universo Extendido de DC, pero su influencia todavía se siente en algunos proyectos actuales de esa franquicia, como la película Black Adam de Jaume Collet-Serra. Aunque la cinta es, en estricto rigor, un spin-off del largometraje Shazam! (2019) de David F. Sandberg, el tono y estilo que ocupa está más cerca de los trabajos que Snyder realizó con los superhéroes de DC que con el aire lúdico y cómico de aquella obra. Esto significa, por un lado, que existe una evidente grandilocuencia visual, similar a la que vimos en Batman v Superman: Dawn of Justice (2016), por ejemplo, pero también un sentido de vanagloria que a veces resulta poco logrado.
sin sentido 