Después de trabajar en una de las franquicias cinematográficas más populares de la historia, el siguiente proyecto del director Rian Johnson parecía mucho más austero en comparación. La película Knives Out (2019) no solo estaba basada en una historia original, sino que actualizaba un subgénero algo olvidado durante las últimas décadas en Hollywood, el whodunit. Si bien contaba con un elenco lleno de rostros reconocibles, era una cinta lejana a las superproducciones y al exceso de efectos digitales, así que su éxito comercial llegó como una grata sorpresa para quienes echaban de menos los relatos de mediano presupuesto. Con el estreno de un segundo largometraje, Glass Onion (Glass Onion: Un misterio de Knives Out), y de la mano de Netflix, el cineasta ahora enfrenta el desafío de dar forma a su propia e inesperada franquicia.
Noah Segan
Knives Out (2019)
La esencia del subgénero del whodunit está en su nombre, una expresión coloquial en inglés que se puede traducir como “¿quién lo hizo?”. En ese tipo de historias, el interés está puesto sobre los esfuerzos por descubrir la identidad de quien cometió un crimen, generalmente un asesinato, a través de las pistas que un investigador va reuniendo a lo largo de la obra. En Knives Out (Entre navajas y secretos), la nueva película de Rian Johnson, la muerte también es el punto de partida de la trama, siendo la víctima Harlan Thrombey (Christopher Plummer), un famoso escritor de novelas de misterio, que el día siguiente a su cumpleaños amanece con la garganta cortada por un cuchillo.
Starry Eyes (2014)
Gracias a eventos como la temporada de premiaciones somos testigos de la manera en que Hollywood saca a relucir todos sus encantos a través de alfombras rojas, galardones y vestidos de diseñador. Las luces de los flashes pueden llegar a encandilar a más de una persona, quienes deciden mudarse a ciudades como Los Ángeles para probar suerte en ese mundo. La propia industria cinematográfica ha explorado estas historias en películas a lo largo de varias décadas, ya sea mostrando a guionistas que están convencidos de que escribirán la próxima gran obra maestra del séptimo arte, o actores que sueñan con estar al lado de sus ídolos. La recompensa, si es que triunfan, incluye fama, glamour y fortuna, algo bastante atractivo. Pero la pregunta que surge casi de inmediato es, ¿qué estarían dispuestos a hacer por alcanzar ese objetivo?
sin sentido 