La primera vez que vemos a Lou (Kristen Stewart), la protagonista del largometraje Love Lies Bleeding (Amor, mentiras y sangre) de Rose Glass, se encuentra de rodillas limpiando el baño del gimnasio donde trabaja. Mostrarla de esa manera, haciendo una tarea tan desagradable, sirve para instalar rápidamente la idea de que su vida la ha llevado a un callejón sin salida, atrapada en un pueblo que no le ofrece mayores expectativas y amarrada a un pasado traumático que no la deja libre. Es por eso que la llegada repentina de la otra protagonista de la cinta, Jackie (Katy O’Brian), se siente como un acontecimiento trascendental para su vida, una especie de salvación para un destino que parecía inalterable, aunque se trata de un trayecto que no estará exento de problemas.
Challengers (2024)
Una idea recurrente a lo largo de Challengers (Desafiantes), la nueva película de Luca Guadagnino, es la relación que existe entre la vida profesional y la vida personal de los deportistas, o, mejor dicho, la manera en que ambas dimensiones son inseparables entre si. El largometraje, que gira en torno al mundo del tenis, sostiene que lo que ocurre en la cancha es un reflejo de cómo son los tenistas fuera de ella. Los deportistas pueden tener la intención de transmitir algo distinto dentro de un partido, pero a la larga su estilo de juego siempre se verá influido por quiénes realmente son; la agresividad, la ambición, la perseverancia, la disciplina, incluso la falta de escrúpulos, definirán a esas personas ya sea que estén frente a millones de personas o en la intimidad de sus hogares.
Civil War (2024)
Aunque la película Civil War (Guerra civil) de Alex Garland transcurre en un Estados Unidos distópico, en una realidad que podría existir o no en un futuro cercano, durante los primeros minutos del metraje vemos algunas breves imágenes de archivo de lo que ha ocurrido recientemente en aquel país. Los videos, que hacen referencia a episodios como el asalto al Capitolio de 2021 o la manifestación de Charlottesville de 2017, pueden crear ciertas expectativas en algunos espectadores acerca de lo que dirá la obra -es decir, la posición ideológica que adoptará frente a la actual situación de esa nación-, pero el cineasta británico prefiere utilizar una perspectiva más ambigua, sin recurrir a un paralelo directo entre los hechos narrados y las cuestiones que vemos hoy en día en las noticias.
La chimera (2023)
Ambientado en la región de la Toscana, el nuevo largometraje de la cineasta italiana Alice Rohrwacher, La chimera (La quimera), tiene una fuerte conexión con el pasado de esa zona. La obra no solo transcurre en la década de los 80 -convirtiéndose así en una película de época-, sino que mira varios siglos hacia atrás, gracias a los vestigios arqueológicos del pueblo de los etruscos, objetos que ocupan un rol central dentro del relato. El alto valor histórico de aquel territorio, así como el potencial comercial que esconde, son representados por una cinta que funciona, al mismo tiempo, a modo de estudio de personaje, exploración idiosincrática, comentario sociopolítico, viaje interior y construcción de una atmósfera intrigante.
Godzilla x Kong: The New Empire (2024)
Quién habría pensado que el estreno de la película Godzilla (2014) de Gareth Edwards iba a servir no solo como punto de partida para un universo cinematográfico similar a lo que estaba ocurriendo con las películas de superhéroes, sino también a uno tan fluctuante en términos de tono que su enfoque original ahora parece un mero recuerdo lejano. La cinta Godzilla x Kong: The New Empire (Godzilla x Kong: El nuevo imperio) de Adam Wingard, el quinto largometraje de esta franquicia, está en una dimensión completamente opuesta a lo que Edwards había hecho en su momento, donde ni siquiera la presencia de monstruos gigantes es una semejanza suficiente para concluir que forman parte de la misma visión.
Dream Scenario (2023)
La primera película del director noruego Kristoffer Borgli en Estados Unidos, Dream Scenario (El hombre de los sueños), no solo aborda algunos temas que había explorado en sus trabajos anteriores, sino que como producción en sí puede servir para examinar esas mismas ideas en la vida real. Cuestiones como la mercantilización, la fama y el poder de la publicidad, que estaban presentes en sus largometrajes Drib (2017) y Syk pike (Sick of Myself; 2022), podrían haber jugado un rol central en este paso desde el cine europeo a la industria hollywoodense, en una experiencia donde el cineasta corría el riesgo de verse superado por la presión de vender un producto rentable, con atractivo para las masas. Sin embargo, el resultado supera esos obstáculos y mantiene una visión distintiva, particular, que escapa de los lugares comunes.
Ferrari (2023)
Una de las preguntas que planteaba la película Ford v Ferrari (2019) de James Mangold, y que vuelve a surgir durante el largometraje Ferrari de Michael Mann, es qué lleva a los automovilistas a participar de un deporte que los expone a un riesgo tan definitivo como la muerte. Al igual que Rush (2013) de Ron Howard, otra cinta que transcurre dentro de esa disciplina y que involucra a la marca italiana, la idea sigue estando presente pese a que las historias tienen lugar en distintas décadas. Ya sea que se trate de una razón ligada a la noción de masculinidad, al deseo de superar a los demás o de superarse a uno mismo, o de llegar a donde nunca nadie ha llegado antes, la respuesta tiene la suficiente fuerza para que los personajes estén dispuestos a apostar sus vidas.
All of Us Strangers (2023)
Como el protagonista de su propia película, que trabaja de guionista, el cineasta Andrew Haigh también escribió la cinta Al lof Us Strangers (Todos somos extraños) inspirado por elementos de su vida personal. Aunque se trata la adaptación de una novela del autor japonés Taichi Yamada, fueron modificados algunos aspectos de la historia para acercarla a la experiencia del director, que por ejemplo cambió el romance que está al centro del relato desde uno heterosexual a uno de carácter homosexual. En trabajos como estos, identificar las piezas autobiográficas de las ficticias puede ser un ejercicio infructuoso, ya que lo importante es que las emociones e ideas de la obra se sientan verdaderas, algo que se cumple en este caso.
Das Lehrerzimmer (2023)
Al ver películas de otros países somos testigos del contexto en el que esas historias fueron creadas, de la realidad que están representando, la que muchas veces será distinta a la nuestra. Una cinta como la alemana Das Lehrerzimmer (The Teachers’ Lounge; El salón de profesores) de İlker Çatak, ambientada en un colegio y por lo tanto inserta dentro de un particular sistema educativo, presenta características distintivas que la alejan de lo que hace el cine estadounidense -por dar el ejemplo de la industria a la que estamos más acostumbrados-, o de nuestras propias experiencias en Latinoamérica. Pero incluso con elementos que hablan de un entorno diferente estas obras también pueden abordar cuestiones universales, con las que cualquier persona se puede sentir identificada.
Dune: Part Two (2024)
La influencia de la novela Dune de Frank Herbert abarca varias décadas y se ha extendido a múltiples obras, incluidas algunos tan famosas como la franquicia de Star Wars. Y si bien ciertos trabajos inspirados por ella han alcanzado una mayor popularidad que el material original, su universo posee tantas ideas y matices que el estreno de una nueva adaptación, tantos años después, todavía es capaz de entregar una visión distintiva, fresca, ante el actual panorama del cine de ciencia ficción. Con Dune: Part Two (Duna: Parte dos), el director canadiense Denis Villeneuve termina de llevar a la pantalla grande el primer libro de la saga, algo que había comenzado en 2021 con un ambicioso proyecto no solo en escala sino también por la forma en que lo hace.
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